Debo reconocer que nunca fui muy fan del Street-art. Lo veía como una expresión invasiva que afeaba las fachadas, porque casi siempre veía rayados o tags. Por lo menos, esa moda, no nunca me ha gustado. Afortunadamente, la moda ha cambiado y los artistas se han inspirado para hacer intervenciones que me inspiran sensaciones mucho más agradables que el simple rayado.
Space invaders, piezas de puzles, stencil, stickers, etc, se han transformado en una verdadera obsesión para mí. Los busco en todas partes y los fotografío cada vez que tengo una cámara conmigo.
En Lausanne también los encontré, aunque en menor cantidad. Es una ciudad que se preocupa por conservar su patrimonio, por lo que no sé si estará autorizado este tipo de expresiones artísticas. Lo que sí me quedó claro, es que cualquier superficie es buena para plasmar el arte, como por ejemplo, las cajas de distribución de electricidad.
Como por lo general suelen estar pintadas de gris, me alegró mucho ver que pueden ser más que un objeto útil.
Si algún artista se motiva, ¡podría seguir el ejemplo!




