París, la ciudad del amor, de la luz, de la cultura, de los museos, de los parques…. Podría seguir nombrando adjetivos acerca de una de las ciudades más visitadas del mundo, pero no quiero caer en los clichés.

Me encanta París, y cada vez que vengo, no puedo ni quiero, dejar de sorprenderme. Para mi fortuna he podido vivir y hacer amistades en esta ciudad, y por eso siempre me alegro volver.
Por supuesto tengo mis rincones favoritos, pero siempre es posible descubrir un nuevo lugar, como es el caso del Bassin de la Villette y el Canal del Ourcq. 

 Siempre lo había visto por la línea del metro, pero nunca lo había recorrido hasta el final porque mis estadías las hice siempre durante el invierno. Ahora que es verano, me animé y salí a recorrerlo cámara en mano.

Para llegar a este lugar, pueden tomar las líneas del metro n°2, 5 o 7. Tienen que bajar en la estación Stalingrad. A mí me gusta tomar la línea 2 (azul) porque es elevada y se puede ver la ciudad en ese sector.

Apenas se ingresa al sector del bassin, el ambiente cambia. Como es verano, las personas, pasan la tarde ahí, hacen pique nique, juegan pétanque o bochas, conversan, leen, pasean a sus animales, o simplemente caminan como yo y disfrutan del paisaje.

El canal del Ourcq es navegable y debido a ello, hay personas que tienen sus botes y/ o péniches ahí. Se pueden hacer tours en barcos que recorren varios canales de París y que terminan su ruta en este bassin.

Algunas personas viven en sus barcos como el de esta foto. Al mirarlos me preguntaba cómo será su vida. No sé si yo podría vivir en un bote porque me mareo rápido. Otras péniches funcionan como bares y/o restaurantes.

La primera parte del canal termina en este puente, pero si se animan, se los recomiendo, sigan caminando siguiendo el canal de l’Ourcq hasta llegar a la Villete (la Cité des Sciences).

Yo me crucé con estas peniches durante el camino.

Los parisinos verdaderamente oupan los espacios. Nunca se me habría ocurrido sentarme a la orilla de un canal para hablar por teléfono.

Caminando hacia la Villete tuve que cruzar ese puente. No sé cómo algunos se aventuran a dejar su marca en la estructura.

Los edificios que se ven en rojo al fondo, forman parte de la Villete o Cité des Sciences. Ese día estaban en huelga, asi es que no se podían visitar las exposiciones.

El día estuvo demasiado agradable y disfruté mucho el recorrido. Me encanta ver a las personas ocupar los espacios de la ciudad. Como sigo en París, tengo ganas de repetir el paseo y hacer un pique nique con mis amigos. Ojalá se animen.