París es una ciudad en la que rara vez podrán ver alguna casa. El metro cuadrado es muy caro y debido a ello, casi todo el mundo vive en departamento, algunos de ellos muy pequeños. Es por eso que los parques y squares (plazas) son tan importantes en la vida de los parisinos. Estos espacios son como los patios compartidos del barrio en el que se vive.
Cuando viví en el 19e arrondissement (comuna), descubrí Les Buttes-Chaumont y me gustó tanto que, cada vez que regreso a París, lo visito.
Fui la semana pasada y el día estaba así, con un sol radiante.

Salí temprano a caminar y decidí hacer un mini picnic sola (se lee más glamoroso que decir almorzar, jaja). Compré una ensalada de papas en el supermercado, una caja con cubitos de piña (no apto para bolsillos reducidos), un agua mineral y partí al parque.
Para llegar tomé la línea 11 y me bajé en Place des Fêtes, principalmente porque viví en ese barrio y quería pasar al supermercado. Para llegar directamente es mejor tomar la línea de metro 7 bis y bajarse en las estaciones: Buttes-Chaumont o Botzaris.

El parque tiene una superficie de 25 hectáreas y está en pendiente. Yo fui un día de semana a la hora de almuerzo (tipo 13:00 hrs) y había varios grupos de personas leyendo, haciendo picnic o tomando el sol (con traje de baño y bikini).

Terminé mi almuerzo y me dirigí hacia el estanque en el que están los patos. Debo reconocer que me encanta mirar las aves acuáticas. En especial cuando se sumergen y quedan con la cola en la superficie. Me recordó la “laguna de
los patos” de la Universidad de Concepción, la Universidad en la que estudié.
Después me dirigí hacia la cascada. Estuve un buen rato mirando el agua caer y al perro que jugaba en esta gran poza. ¿Se imaginaban que en París podría haber un lugar así?

Continué mi camino hacia el puente colgante que lleva hacia la parte más alta del parque, el mirador. Desde ahí se puede apreciar perfectamente que el parque está escondido entre los edificios y hay una bonita vista hacia Montmartre.

Me quedé un rato ahí apreciando la vista, hasta que llegaron unos turistas gringos y se pusieron a hablar súper fuerte. Había una pareja leyendo novelas desde hacía mucho rato y a los recién llegados no pareció importarles. No me gusta la gente así (fin de mi enojo).

Pasé una muy buena tarde. Me relajé muchísimo y disfruté el paseo. Si vienen a París en primavera o en verano y tienen tiempo, les recomiendo hacer un picnic en este parque. ¡No olviden llevar una mantita o una toalla para sentarse sobre el pasto!
[…] En los post anteriores les conté lo que hice durante mi último viaje, así es que pueden leerlos aquí, aquí y aquí. […]
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