La comida “rápida-callejera”, forma parte de la cultura de cada país. Ésta permite descubrir los productos locales y/o impresionarse por la influencia de la globalización gastronómica. Antes de venir a Moscú, conocía los hot-dogs, completos o perros calientes, los kebabs-döner o gyros, las empanadas, las pizzas y las papas fritas como ejemplos de la comida rápida-callejera. Sin embargo, nunca imaginé el contenido de un “rulé”.

A simple vista, el rulé tiene la apariencia de una tortilla gigante con una salchicha o vienesa en su interior. Hasta ahí, todo era normal, hasta que pude constatar que además de la salchicha, había puré de papas, cebollas fritas, kétchup y pepinillos. Es decir, algo así ¡como un ornitorrinco versión comida! Jajaja ¡de todo un poco! No sé quién lo habrá inventado, pero de ruso no tiene nada.

El sabor es bueno y deja satisfecho a quien es capaz de comerse hasta el último trozo de tortilla. Si bien el rulé no es el mejor representante de la comida rápida-callejera rusa, es una buena alternativa para quienes no son de paladar muy exigente y que deseen ahorra un poco de dinero en comida.

¡Buen viaje!