Uno de los barrios más conocidos y visitados de Praga es Josefov, el barrio judío. Situado en la ciudad vieja o Stare Mesto, este barrio ha acogido a los judíos de Praga desde el siglo XII. En este sector de la ciudad, se concentran varias sinagogas, antiguas y “nuevas” y el cementerio judío. Todos estos sitios están relativamente cerca, por lo que es posible recorrerlos a pie sin problema. A mi modo de ver, Josefov es uno de los barrios más bonitos y elegantes de la ciudad, por lo que el recorrido permite además, admirar la arquitectura de los edificios que lo rodean.
Para visitar el cementerio y las sinagogas, se debe pagar una entrada. Si desean visitar todos estos lugares, les recomiendo comprar un ticket general. Recibirán un plano con los sitios a visitar.
El recorrido que hicimos fue el siguiente:
–Sinagoga de Pinkas: fundada en 1479, está situada a un costado del cementerio. Es un edificio pequeño, cuyas paredes tienen inscritas los nombres de los judíos de Checoslovaquia que murieron durante la ocupación de los nazis. Desde el punto de vista arquitectónico, esta sinagoga fue la que encontramos menos interesante de todas las que visitamos.
–El cementerio judío: para mí, el cementerio judío es uno de los imperdibles de la ciudad. De acuerdo a lo que he leído, data del siglo XV y alberga unas 100.000 personas. Nunca había estado en un cementerio judío y éste me gustó porque, a pesar de ser un lugar pequeño, tiene un encanto especial. Me entretuve mucho mirando los detalles de las lápidas.
–Sinagoga Klausen: en ella hay una colección de objetos religiosos (muchas torá, libros, kipás, etc) y de la vida cotidiana de las familias judías (varias menorás, bordados, utensilios utilizados para el shabat, entre otros). Me pareció interesante porque permite conocer un poco más acerca del modo de vida de los judíos.
–Sinagoga española: es la más colorida y decorada de todas las sinagogas que forman parte del recorrido. Fue construida a mediados del siglo XIX y su decoración es de estilo morisca, por lo que el estilo es bien recargado. Es muy grande y en el segundo piso hay una colección de objetos religiosos y una exposición sobre judíos checos.
–Sinagoga Maisel: construida en el siglo XVII y reconstruida tras un incendio, esta sinagoga alberga una colección de objetos judíos, tanto religiosos como artísticos. Si la comparo con la sinagoga Klausen, la museografía de la sinagoga Maisel es más moderna y el edificio es muy luminoso. Sin embargo, después de haber visitado las demás, me pareció un poco repetido.
Si visitan Praga, Josefov es uno de los recorridos que recomiendo. A mi modo de ver, con el cementerio judío y un par de sinagogas, uno puede hacerse una idea de la riqueza cultural de esta religión y del legado de los judíos de la ciudad.
¡Disfruten su visita!