Museo de Historia de los Judíos Polacos.
Como les conté en el primer post de esta serie, Varsovia es una ciudad tranquila y fácil de recorrer. En las dos visitas que hice, caminé muchísimo y claramente, valió la pena haberlo hecho. Estaba recorriendo nuevamente la plaza del mercado y como tenía ganas de conocer el Museo de Historia de los Judíos Polacos, salí de la ciudad vieja en dirección de la calle Anielewicza n°6.
Durante el camino me encontré con algunas esculturas y monumentos que me gustaron mucho. En la plaza Krasinskich, se puede ver el memorial de la Insurrección de Varsovia, construido en 1989.

Cruzando la calle, estaban estos enormes pegasos multicolores. No dejó de llamarme la atención el contraste entre el memorial que recuerda la segunda guerra mundial y el combate de una parte de los polacos contra los nazis y esas esculturas modernas. Me imagino que, si bien el recuerdo doloroso persiste, es necesario avanzar.


Seguí mi camino y llegué al museo que andaba buscando. A la entrada se puede ver este enorme monumento a Los héroes del Ghetto, inaugurado en 1948. El museo es enorme, tiene 4000 m2 pero cuando lo visité, la exposición permanente todavía no estaba abierta al público, así es que no pagué entrada.

Sólo pude ver dos pequeñas exposiciones temporales. Una que trataba sobre la instalación de los judíos en la ciudad de Varsovia desde la Edad Media hasta la década de 1930 y la otra, sobre los Justos polacos que ayudaron a judíos durante la ocupación nazi. Si bien esta segunda muestra estaba hecha sólo con paneles, fue la que más me impresionó por los testimonios que ahí se mostraban. Personas que arriesgaron su vida por proteger a los judíos perseguidos. En algunas ocasiones, el resultado fue feliz porque lograron sobrevivir a la guerra, pero en otros casos, no lo fue.
El museo de la Insurrección.
Inaugurado en 2004, este museo ocupa el edificio de lo que fue la antigua central de electricidad de tranvías. Tiene una superficie de 3000 m2 y en él se muestran: la ocupación nazi de Polonia y su política de represión hacia los intelectuales opositores al nuevo régimen y hacia los judíos, las redes clandestinas de resistencia, así como el movimiento de insurrección de 1944.

Es un museo moderno, interactivo y dirigido principalmente a un público joven. Claramente los polacos necesitan contar su versión de la historia de la ocupación nazi y reivindicar el hecho de que hubo un grupo de polacos que no colaboró con los nazis y que tampoco estuvo de acuerdo con las políticas antisemitas que se pusieron en práctica en Polonia. Tampoco olvidan la ocupación soviética posterior a la guerra.




Me impresionó muchísimo ver una película que muestra cómo Varsovia quedó convertida en ruinas después de la guerra. Casi no quedó ningún edificio en pie y por eso, no sólo el casco antiguo fue reconstruido, sino que también lo toda la ciudad.

Me pareció un museo interesante porque muestra otro punto de vista. Es justamente lo que andaba buscando cuando decidí venirme a este lugar del mundo. Conocer e investigar acerca de la historia reciente del mundo, pero de boca de quienes la vivieron.
¿Cómo llegar? Les recomiendo que vayan en tranvía. Con mi marido hicimos el recorrido a pie y fue demasiado largo. Les sirven los tranvías n°:1, 22 y 24
¿Hay que pagar entrada? Sí
Les dejo aquí el link del museo: http://www.1944.pl/en/
Si les interesa la historia de la segunda guerra mundial, pienso que estos museos les gustarán.